Este arte marcial de orígen coreano es algunas veces confundido con el Aikido, ya que la traducción japonesa de los nombres es la misma.
Tuvo su origen en Corea y su historia es materia de cierta controversia. Algunas fuentes dicen que el fundador del Hapkido, Choi Yong Sul, fue un sirviente/amo de llaves (otros dicen "hijo adoptivo") del Gran Maestro japonés de la escuela Daito Ryu Aikijujutsu, Sogaku Takeda.
En Japón, Choi usaba el nombre japonés Tatsujutsu Yoshida, pues todos los inmigrantes en esos tiempos, utilizaban nombres locales. El nombre de Choi, según otras fuentes, pudo ser Yoshida Asao. De acuerdo a este punto de vista, Choi estudió bajo la instrucción de Sogaku Takeda en Japón desde 1914, a la temprana edad de diez años, hasta que Takeda murió en 1943. Pero los registros de la Daito Ryu Aikijujutsu no reflejan que esto haya sucedido, por lo que una confirmación segura no existe.
Aikido y Hapkido tienen similitudes significativas a la escuela Daito Ryu Aikijujutsu, por lo que el vínculo entre ambas disciplinas parece ser real. Choi volvió a Corea después de la muerte de Takeda y comenzó a estudiar otras artes marciales coreanas, enseñando al mismo tiempo Yu Sool o Yawara (otros nombres para jujutsu), eventualmente llamando a su "kwan" (escuela), Hapki Yu Sool Kwan. Ji Han Jae comenzó a estudiar bajo la tutela de Choi y más tarde fundó su propia escuela, "Sung Moo Kwan", donde enseñó lo que el llamó a partir del año 1959, Hapkido.
En su desarrollo, el Hapkido adoptó y se enriqueció con variadas técnicas del Tang Soo Do, Tae Kyon y otras escuelas de artes marciales coreanas tradicionales.
En los 70's y 80's, el Hapkido se enseñó como estilo preferencial en las unidades de elite de las fuerzas armadas Surcoreanas, grupos militares especiales de los EEUU lo incluyeron en su arsenal técnico (Seal, Delta Force, etc.), así como, cuerpos policiales SWAT de muchos otros países. Sus técnicas combinan inmovilizaciónes de articulaciones, puntos de presión, proyecciones, patadas y golpes para una autodefensa práctica. Más blando que duro y más interno que externo, elementos de ambos se incluyen en su práctica. Se enfatiza el movimiento circular, movimientos sin resistencia y el control del oponente. A pesar de la mezcla de técnicas, en Hapkido, el objetivo en la mayoría de las situaciones es romper la distancia con el oponente, para efectuar un golpe, una inmovilización o una proyección. Cuando se golpea o se proyecta se enfatiza en la generación de poder, a partir de la rotación de la cadera.
El tipo de entrenamiento depende , en gran medida, del instructor. Como regla general, los principiantes se concentran en las patadas y golpes básicos, junto con unas pocas inmovilizaciones y proyecciones. Algunas de las prácticas de técnicas básicas son de tipo formal, es decir, sin oponente, sin embargo, la mayoría se hace con un compañero. Los estudiantes más avanzados añaden más técnicas y más combinaciones. Hay algo de entrenamiento de armas en grados más avanzados, cinturón (Po Bak), palo corto -30 cm- (Dan Bong), bastón de calle (Dan jang), etc. Muchas de las técnicas de Hapkido no son adecuadas para practicar en combate pues acarrearían serias lesiones aún con equipo protector. Hay además un énfasis general en el acondicionamiento físico y mental, incluyendo ejercicios de energía interna "ki" y de respiración (Dan jon Hohup).
El HAPKIDO es una disciplina de coordinación, una manera de fortalecer la mente y el cuerpo, de fusionar las energías física y mental.
Siempre se debe intentar evitar la violencia, pero si alguien te agarra, intenta golpearte o te asalta físicamente de cualquier modo, la situación supera el nivel de las palabras y sólo te queda la opción de defenderte, el Hapkido es el arte coreano de defensa personal, considerado un estilo “blando” de arte marcial, a diferencia de los estilos “duros” que practican el uso de la fuerza contra la fuerza, convirtiendo el resultado en simple cuestión de tamaño y potencia. El practicante de Hapkido desvía o suprime pacíficamente el flujo energético del atacante; este desvío le permite emplear contra el atacante mismo la potencia que éste manifiesta, lo que hace posible derrotarle. Mediante el empleo de la presión sobre ciertas articulaciones y puntos, se necesita muy poca fuerza para vencer al adversario.
El Hapkido no sólo desvía el ataque, sino que lo vuelve contra el propio atacante. El practicante de Hapkido consigue controlar por completo el enfrentamiento apaciguando la agresión sin necesidad de provocar daños incontrolados, como se ve en muchos estilos “duros”.
El Hapkido proporciona una completa puesta en forma, mejorando el equilibrio, la postura, la flexibilidad, el ritmo y la sincronización, la velocidad de reacción, el tono muscular, la fuerza de las articulaciones y, lo que es más importante, la confianza en uno mismo a través de la disciplina física y mental.
El objetivo inmediato del Hapkido es, evidentemente, el bienestar de quien lo practica, que no sólo logrará dominar técnicas de defensa personal, sino algo mucho más importante : concentrarse en el desarrollo de su carácter. Sólo puede lograrse una personalidad equilibrada si el espíritu es el adecuado. ¡La cortesía, el respeto, la modestia, la lealtad, la generosidad y la entrega no sólo son la fuente, sino también las recompensas del Hapkido.
El hapkido incluye una amplia variedad de técnicas de golpeo de pierna y brazo, luxaciones, proyecciones, ataques y defensas con armas, estrangulaciones, técnicas de energía y ataque a puntos vitales y de presión.
El Hapkido no es un deporte, sino un arte marcial eficiente pensado para la defensa personal y el combate. Puede ser aprendido y practicado igualmente por hombre y por mujeres independientemente de su edad.
Hapkido "Historia"